Archivos para julio 23, 2010

The man I love. Sobre todo la versión de Billie Holliday. Pero ahora es Ella, la otra grande de ese universo de grandes. Le pone menos sentimiento trágico, pero quería traerla también aquí. Sí, ya sé. A Ella Ftzgerald la conoces de sobra. Puede que fuera de las primeras grandes cantantes de jazz que escuché. Y por supuesto me enganchó. Tanto en solitario como en esos duos con Louis Amstrong. Y durante un tiempo escuchaba y escuchaba a Ella. Luego vino Sarah Vaughan. Más elegante que Ella. Y finalmente Billie las destronó a ambas.

Ahora escucha a Billie. Una misma canción. Dos historias distintas. No es cuestión de elegir una u otra. La realidad está hecha de ambas.

The man I Love. Es una canción que forma parte de mi biografía. Noches escuchándola, porque siempre pensé que era una canción nocturna. Me identifico más con el sentimiento que late en la versión de Billie. Hay desgarro, pero contenido, como sólo puede ser el desgarro que se lleva en el alma.

Hoy el viento es huracanado. El mar se encrespa. No puedes imaginar cómo me siento cuando dejo que el agua me abrace y cuando el viento me empuja. Sé que cada día debo de estar más lejos. Procuro no pensar en ello. Pero hoy esta canción la hago mía, como tantas y tantas veces. La voz de una persona que es soberan de sus sentimientos, aunque estos sean derrota o conduzcan a la ausencia.

http://es.mp3lyrics.org/uVs
Letras Idioma: English

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Billie Holiday The man I Love Letras:
George and Ira GershwinSomeday he’ll come along
The man I love
And he’ll be big and strong
The man I love
And when he comes my way
I’ll do my best to make him stay
He’ll look at me and smile
I’ll understand
Then in a little while
[Más Letras en http://es.mp3lyrics.org/uVs]
He’ll take my hand
And though it seems absurd
I know we both won’t say a word
Maybe I shall meet him Sunday
Maybe Monday, maybe not
Still I’m sure to meet him one day
Maybe Tuesday will be
my good news day
He’ll build a little home
That’s meant for two
From which I’ll never roam
Who would, would you
And so all else above
I’m dreaming of the man I love

Esta imagen nos muestra algo que ya todos conocemos. La fuga de petróleo en el Delta del Mississippi. Podemos, incluso, seguir las imágenes de este desastre a través de una cámara submarina. O eso dicen. Todo el mundo clama ante lo que se considera, y es, un desastre ecológico de proporciones enormes. BP, culpable. El gobierno norteamericano, que no ha sido capaz de impone a BP a lo largo de los años medidas para evitar catástrofes de este tipo, culpable.

Esto es la realidad. Y gracias a los medios de comunicación en esta llamada sociedad de la información estamos al tanto de lo que ocurre. La realidad es algo que conocemos. Sin velos. Así, en directo. Instantaneidad. Pinchas en la www y ahí la tienes, la realidad al alcance de tu mano.

Y sin embargo…

Mira esta otra foto.

Nigeria. Delta del rio Niger. Allí, desde hace bastante tiempo se viene produciendo una fuga de petróleo que está arrasando la zona. Pero nadie habla de ella. O si se hace, como el otro día en el informativo de la 1, sabemos que la noticia está condenada al olvido. Realidad relegada. Realidad olvidada. Nigeria no existe. El desastre ecológico es en otro sitio. Los EE.UU. O cualquier país del mundo que importa. Norte y sur para las noticias. Norte y sur para la realidad. Existe una realidad conocida y otra oculta.

Nada nuevo. De todos es sabido que el poder cuando se erige en dominación se define por su capacidad para definir e imponer sus definiciones. Y lo primero que el poder como dominación ha hecho a lo largo de la historia no ha sido otra cosa que definir lo real e imponer esa definición. Control, por lo tanto, de los medios de producción de lo real. Control, por lo tanto, de la realidad entendida como un producto que, poco a poco, ha ido ganando la categoría de mercancía de altísimo valor estratégico. En la Sociedad del Espectáculo, la realidad es la gran mercancía. El espectador somos nosotros, consumidores de una realidad en la que creemos. El juego de manos siempre ha consistido en guiar la mirada del espectador hacia un punto para apartarla de ese otro sitio que es donde se produce aquello que se quiere mantener oculto. Un tema importante éste. Tanto que decir. Tanto que aprender.

En gran medida nuestra capacidad para resistirnos a toda dominación y para subvertirla pasa por desbaratar esas fábricas de producción de lo real. Tarea de gigantes o, como decían en la Edad Media, de enanos subidos a hombros de gigantes.